con la quijada bien apretada

no quieres explicar, porque no puedes explicar.
no hay nada que explicar, es tan fácil como que hay cobertores mas cómodos y noches mas frías, como que pueden entrar pintores desnudos a casa de tu amiga y ponerse a leer en voz alta y con mucha efusividad.
el señor de los tambores me lo dijo. el lo sabia todo en su espera de 3 horas para poder subir al metro. el me dijo que llamarías para jalar mi correa y hacerme babear rabioso una vez mas.
me regaló una piñata que no me lleve y fui a intentar una vez mas dormir en la camita que me preparaste a un lado de tu cama.
tu hablaste y dijiste que soy bueno. pero no dijiste para que, no dijiste cuando soy bueno ni en que lugar soy bueno.
creo que soy bueno aquí, esperando una vez mas tu mensaje de cada semana.
pero ahora como me enseño mi hermano/maestro boxeador "con la quijada bien apretada"